Tantas necesidades populares de bajo costo y solución sencilla, pero que no cuentan con perfiles; una necesidad sentida por la población que, al llegar a la Región, se encuentra con que no estaba presupuestada. Resultado: frustraciones y falta de legitimidad de las autoridades regionales.
Hay una visión del poder que mira las necesidades del pueblo como una carga. Yo veo al pueblo de Lambayeque como un inmenso activo y una fuerza de cambio que debe tener las facilidades para forjar su propio camino.
No hay que hacer las cosas por el pueblo; eso es asistencialismo. Hay que racionalizar los recursos y potenciarlos. Buena parte de nuestro crecimiento ha sido con un poder regional lejano. Nosotros planteamos una descentralización efectiva de los fondos para que sean las comunidades las gestoras de sus necesidades, pero con supervisión técnica.
Nuestra región rural requiere miles de pequeños proyectos que cubran necesidades básicas y que ningún gobierno regional podrá resolver con centralismo. Debemos contar con un Banco de Proyectos Regionales actualizado, que cumpla con las exigencias de los organismos técnicos nacionales e internacionales. Pero, sobre todo, con el concurso de las Universidades e Institutos Técnicos de la región, cuyo compromiso con el destino regional es ineludible. Tienen una misión, clave para contribuir con nuestro desarrollo.
Este compromiso parte de la premisa que nuestro pueblo es un activo para aportar una inmensa capacidad de trabajo; pero necesita orientación técnica, supervisión y capacidad de profesionales de nuestras universidades, para que apoyen con su ciencia y su saber a que esas pequeñas necesidades de las comunidades alejadas, se realicen. Que los miles de pequeños proyectos que se necesita ejecutar, sean técnicamente viables, seguros para la población.
El rol de la Región es facilitar recursos económicos y materiales. La comunidad aporta su trabajo y compromiso para una obra que le compete y necesita; y la Universidad aporta el control de calidad, la certificación requerida, para que las obras se realicen con los estándares esperados.
En lo referente a Investigación, Innovación y Desarrollo, la Región debe transferir fondos a las Universidades comprometidas en ponernos a la altura de las regiones más importantes del mundo.
Cualquier proyecto educativo en nuestra región, debe debatirse responsablemente, considerando las aspiraciones y necesidades de los jóvenes. Hay demasiadas ilusiones y anhelos en juego y es necesario que en su concreción participen todos los sectores.
Cercano está Chile, donde al compromiso de la Universidad con el desarrollo del país y de las regiones se le denomina Universidad con sentido Público.
Los objetivos y necesidades regionales deben estar presentes en el desarrollo estratégico y en los planes de expansión de cada centro superior de la Región Lambayeque.
¿Es esto posible? Sin duda. Lo importante es que los mecanismos institucionales existen. Todos los ingredientes están presentes. Lo que se requiere es orden. Un nuevo orden para el cambio de la región como facilitador y gestor de recursos, para el cambio en la percepción de nuestro pueblo como activo y fuerza laboral, y en la visión de la Universidad como participante y no como espectador del cambio.
En ello está puesto todo mi empeño y mi compromiso con la Región Lambayeque.
30 de julio de 2009, 10:33
ingeniero como se pueden contactar con su persona y ademas haga la aclaracion por que partido postulara