¿PRESCINDIBLE YO? EL JOVEN EN TIEMPOS DE CRISIS

El mercado mundial se encuentra sumergido en una crisis financiera que ha sido capaz de traerse abajo las más grandes industrias del globo económico. Esta situación convierte la rutina diaria del joven trabajador en un panorama lleno de dudas internas, ¿seré YO prescindible en época de vacas flacas? Los datos no mejoran las sospechas. Según el Ministerio de Trabajo, la tasa de desempleo en los jóvenes (15-24 años) es el doble a la tasa del desempleo total y cerca al triple a la de los adultos. Los hombres jóvenes tienen un 13.6% de desempleados, mientras que las mujeres el 15.2%.
Este fenómeno se debe a uno de los mayores problemas en el ámbito laboral de las grandes empresas: la poca confianza ante la falta de experiencia del joven egresado. Para Edgardo Loret de Mola, Director Ejecutivo de DBM Perú, “el problema no es la edad de nadie, sino que deberían catalogar al trabajador por su productividad y su nivel de contribución a los resultados de la organización”.
El joven en quiebra
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), reveló en 2006 que el desempleo en los jóvenes aumentó de 74 a 85 millones de personas a nivel mundial, existiendo 300 millones de ellos que viven con dos dólares diarios. ¿La solución? Nada más que la creación de 400 millones de empleos en todo el globo terráqueo, una premisa, más que audaz, imposible.
En Perú, la situación laboral, a comparación, no está completamente enturbiada. Aunque en Lima, 1 de cada 5 jóvenes de la PET (Población en edad de trabajar) no realice actividad alguna, sea estudiar o trabajar. Desde 1990 a 2007, la PEA (Población Económicamente Activa) ocupada por jóvenes aumentó en más de 200 mil trabajadores. El trabajo para ellos se incremento de 59.4% a 66%.
La situación del desempleo, en este caso, es particularmente especial. No se trata de que el mercado laboral no tenga posibilidades para los jóvenes, sino que son estos los que del trabajo pasan al desempleo y de éste a un nuevo trabajo, dado que los contratos que reciben suelen ser de 3 a 6 meses.
¡Nadie contrata para despedir!
Para el director ejecutivo de DBM, Edgardo Loret de Mola, las mal llamadas “reducciones de personal” son cambios en la estructura orgánica que ocasionan que algunos puestos desaparezcan. Él explica que si el mercado no responde y no compra el producto o servicio de la empresa, se tiene que pensar de inmediato en medidas de solución, cambios en la estructura orgánica.
Para ello, primero hay que revisar al detalle los puestos de trabajo, sus características. Si éstos ya no son necesarios en la organización, ver la posibilidad de transferir al personal a otra área, si es imposible, entonces recién se debe pensar en el despido.
En época de crisis, la última medida que se debe de tomar es la desvinculación del personal. Para lo último, no se toma en cuenta la edad del trabajador, sino la capacidad que tienen estos para brindarle un valor agregado a la empresa, es decir, el buen desenvolvimiento de sus habilidades.
El joven líder
Para el director ejecutivo de DBM, el joven practicante brinda a la empresa “su creatividad, ingenio, su tremenda energía, el afán de crecer de aprender y de ser. Sobre todo, un gran potencial para agregar valor en plazo breve”
La calidad del trabajador se medirá por competitividad. Lo más importante para toda empresa es la preparación, se mide la competencia, las habilidades. Es muy bueno que las organizaciones dejen las metas claras desde un inicio, para que así los trabajadores sepan a que atenerse. Dentro de la organización, el joven deberá competir contra trabajadores con gran experiencia, el punto definitivo será demostrar que puede convertirse en un líder. Para Patricipa Canepa, consultora Señor de DBM, “un líder tiene que ser necesariamente proactivo, tiene que tener iniciativa para conseguir resultados a pesar de los obstáculos. El liderazgo tiene que ver mucho con la actitud, el querer conseguir resultados”.


FUENTE: UNIVERSIA

0 Respuesta a " ¿PRESCINDIBLE YO? EL JOVEN EN TIEMPOS DE CRISIS"

Publicar un comentario