
He tenido meses muy duros, implacables; y debo confesarlo, porque no sólo me afectó a mí, sino también a mi familia, a mis hijos y nietos, así como a mis amigos.
También --como nunca-- había emprendido con tanta esperanza la siembra de 150 has. de arroz. Adolfo, mi hijo, me acompañó con mucho entusiasmo en esta empresa. Lamentablemente, al final, al igual que todos los agricultores tradicionales de este cultivo como nosotros, tuvimos que aceptar que los costos sufragados fueron muy superiores al precio de venta del producto. Continua Leyendo....
0 Respuesta a " LO QUE DEJA EL 2009"
Publicar un comentario